El diseñador mejicano Fernando Laposse ha desarrollado un proyecto llamado «Lufa Series», una serie de objetos que exploran las cualudades de la exponja vegetal. Cada uno de los objetos resultantes explota una o varias de las cualidades del material, como ligereza, la translucidez, aislamiento térmico, la textura, la absorción de golpes, etc; las esponjas vegetales se cortaron en varias formas, mezclado con otros materiales como el cemento y la madera, cosido, aplanado y dándoles forma. El material es el principal punto de interés, más que el propio objeto.
La esponja vegetal es el fruto comestible de una enredadera de la misma familia de las calabazas y los pepinos, sin embargo, crece verticalmente adhiriéndose a los árboles. Una vez que esta fruta madura, entonces se seca, se cosechan y se utiliza principalmente para el lavado. Lo que es maravilloso de esta fruta es que en los países tropicales un agricultor puede producir hasta 8000 de ellas por hectárea, ya que puede ser guiada verticalmente usando área mucho menor superficie. Su tiempo de maduración es de sólo 6 meses, usan muy pocos nutrientes del suelo y apenas dejan rastro en el terreno. En general, el proyecto tiene como objetivo impulsar la asociación que tenemos con el material más allá del ámbito del cuarto de baño y realizar otras funciones en el resto de la casa, dándole un nuevo valor.
Ahora, cuando os froteis en la ducha con una esponja vejetal, pensaréis en diseño.
PD: Como anexo, y aunque no tenga mucho que ver, os invitamos a ver un par de videos en los que entrevistan a las fundadoras de La Enramada, una cooperativa que ha impulsado la economía de la región de San Ignacio (Argentina) mediante el cultivo, tratamiento y producción de artesanía con la esponja vegetal. El proyecto, impulsado por dos mujeres jubiladas, ahora implica a todo un pueblo, y su mercado no sólo es local, sino que exportan mucho producto a Europa.
