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“Hola, soy el señor Lobo, soluciono problemas”1. “Hola, soy el señor Lobo, soluciono problemas”.

No es la primera escena en la aparece este personaje, pero creo importante poner este punto el primero de esta lista. El señor Lobo no ha cursado un máster en solucionar problemas, ha ganado experiencia a base de “comerse marrones”.

He leído recientemente una cita de Aldous Huxley que dice “Experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede”. Muy ad oc.

Por mucha especialización que tengas, por complicado y extenso el nombre con el que se quiera llamar un postgrado o un máster que curses, como diseñador, solucionas problemas.

Cuando una empresa contacta con un diseñador es por que quiere que éste le solucione temas comerciales con un nuevo producto o temas económicos mediante la optimización del coste de una pieza en concreto, por poner sólo un par de ejemplos.

“Hola, soy Juan Carboneras y soy diseñador. ¿Qué necesitas?”


 

Jules (negro). Vincent (Dean Martin). Jimmie. Bonnie (9:30). One body. No head.2. “Jules (negro). Vincent (Dean Martin). Jimmie. Bonnie (9:30). One body. No head.”.

Esta sí que es la primera escena en la que aparece el Sr. Lobo. El Sr. Lobo escribe notas en su libreta desde la primera llamada telefónica. Toda la información recopilada desde esta primera toma de contacto es importante para conocer el alcance del proyecto.

Es importante saber con quién estás hablando y con quién te vas a reunir (Jules, Vincent y Jimmie). Por supuesto de qué trata el trabajo, al menos, a grandes rasgos. Eso permitirá acudir a la reunión con un contexto y con una serie de preguntas a formular durante la reunión que terminen de concretar el proyecto. Ir, en definitiva, preparado a la reunión.


 

Estoy a 30 minutos de allí. Llegaré dentro de 103. “Estoy a 30 minutos de allí. Llegaré dentro de 10 (9 minutos y 37 seg. después…)”.

Sé realista con tus capacidades y el servicio que ofreces. Cumple lo que prometes y supérate en cada oportunidad que tengas. El Sr. Lobo entiende en el momento que existen una serie de necesidades y él no sólo cumple, sino que mejora las expectativas. Lo da todo. Aspira a la excelencia en su servicio.


 

Vayamos directo al grano caballeros4. “Vayamos directo al grano caballeros”.

Cuando el Sr. Lobo llega a la reunión y se identifica, lo primero que hace es repasar junto con los reunidos los puntos críticos y las necesidades; hace las preguntas justas y observa para comprender en detalle la complejidad del proyecto. Tras ese primer análisis, en su cabeza ya hay esbozadas las fases de ejecución. Pondremos énfasis en la redacción de un briefing detallado que ayude a planificar el desarrollo del proyecto. Ojo, el briefing no es Dios, sirve para acotar el campo. A veces una empresa no sabe bien lo que quiere, pero sí que sabe lo que NO quiere y esa información es igualmente valiosa.


 

Me ha parecido oler a café. Prepáreme un poco5. Me ha parecido oler a café. Prepáreme un poco”.

En medio de ese marrón, pide un café, lo disfruta y felicita a Jimmie por su excelente sabor. Vísteme despacio que llevo prisa. Durante el desarrollo de un proyecto, párate a reflexionar, coge aire, sepárate del proyecto durante el tiempo necesario para despejar tu mente. Eso te ayudará a retomarlo con otra perspectiva y con energías renovadas. Y otro asunto entorno a este café: de diseñador industrial se ejerce por vocación (a no ser que se sea arquitecto): disfruta siempre de tu trabajo y sé agradecido.


 

6. “No hace falta sacarle brillo, no se usa para comer, límpienla a conciencia una vez”

Conectando con el punto anterior, saber parar a tiempo es un triunfo. Observar, reflexionar y retomar. La búsqueda de la perfección en ocasiones puede sumergirnos en un bucle que nos puede hacer perder el foco, no cumplir con el briefing y con los tiempos de ejecución. La perfección o la excelencia en el diseño de un producto se alcanza mediante pequeños pasos a lo largo del desarrollo. Algunos post que enfocan este discurso en el ámbito de la startup hablan de Producto mínimo viable.


 

He venido a ayudar. Si mi ayuda no es apreciada, que tengan suerte caballeros7. “He venido a ayudar. Si mi ayuda no es apreciada, que tengan suerte caballeros”

Tú eres el experto. Tú eres el diseñador. Hay que escuchar al cliente, pero el criterio y la coherencia los debe aportar el diseñador.


 

No empecemos a chuparnos las pollas todavía8. “No empecemos a chuparnos las pollas todavía”

Prohibida la auto-complacencia. No te enamores de la primera idea, queda mucho trabajo por delante. Ésta idea conforma junto con las demás pasos hacia una posible solución, pero un proyecto es largo y puede sufrir cambios durante su desarrollo. El entusiasmo debe venir al final, e incluye, con una mirada retrospectiva, la suma de todos esas pequeñas soluciones-triunfos que se han dado.


 

Primera fase lista [...], ahora vamos a pasar a la segunda fase9. “Primera fase lista […], ahora vamos a pasar a la segunda fase”

Fragmentar un gran problema, en pequeños problemas. El sr. Lobo lo ha hecho antes, tal vez durante la observación de la situación y durante esos cortos sorbos al café en la cocina de Jimmie. En Gauzak solemos dividir los proyectos por fases, en ocasiones dos y en otras en tres. Dividir el desarrollo del proyecto ayuda a tener un resultado coherente como diseño y eficiente en cuanto a tiempo/coste. Este proceso de atomización ayuda a planificar la ejecución, el timing y a disponer de los recursos necesarios en el momento adecuado, a jerarquizar las tareas y a poner y transmitir orden. Uno se puede ayudar de mapas como los de Manual Thinking, de diagramas de Gantt o una simple hoja de cálculo.


 

Remolques de Joe el Mounstruo. Ese es nuestro destino10. “Remolques de Joe el Mounstruo. Ese es nuestro destino.”

El Sr. Lobo tiene recursos, tiene contactos que le ayudan a completar el trabajo. A lo largo de su carrera ha sido capaz de relacionarse con personas que en un momento dado le pueden ayudar a solucionar y finalizar sus trabajos con éxito. Cuando hablamos de un proyecto, nuestra cabeza también debe reaccionar con inmediatez, y disponer de otros profesionales que nos ayuden si lo necesitamos. Hablamos de expertos, de personas con las que tenemos una buena relación y que nos permiten obtener una respuesta con rapidez sobre un asunto en concreto y así avanzar hacia el final del proyecto. En nuestra web, por ejemplo, veréis que trabajamos con perfiles que abarcan desde programadores web o escultores 3D hasta vidrieros y ceramistas. Todos ellos en algún momento nos han permitido dar una respuesta rápida a un problema y en consecuencia al cliente.


 

Señor Lobo, ha sido un placer verle trabajarExtra. “Señor Lobo, ha sido un placer verle trabajar”

Una frase extra, y no por eso menos importante. Al terminar el trabajo, Jules y Vincent agradecen al Sr. Lobo su trabajo y alaban su ejecución. Al final de un proyecto, el resultado debe ser el óptimo y las partes, tanto empresa como diseñador deben quedar satisfechos. Y esta satisfacción no es sólo respecto al producto resultante en sí, hablo también de la parcela económica: Cobra tu trabajo. Este asunto está presente durante toda la intervención del Sr. Lobo: esmoquin, reloj de oro, un Lotus plateado… No se habla de dinero (error) pero se da por supuesto que el servicio que presta el Sr. Lobo a Jules y a Vincent no es gratis. En la prestación de nuestro servicio, el diseñador nunca debe dar por supuesta la parcela económica. En Gauzak por ejemplo, es motivo de satisfacción que un cliente nos siga llamando para diseñar después de un primer o de un segundo proyecto: eso significa que todas las partes, en todas las parcelas que comprende un proyecto, están a gusto trabajando juntas.


 

Decálogo (resumen):
1. Eres diseñador, solucionas problemas.
2. Acude a las reuniones preparado.
3. Aspira a la excelencia en tu servicio.
4. Sonsaca la mayor información posible: el briefing.
5. Disfruta de tu trabajo.
6. Para, observa, reflexiona y continua.
7. Aporta criterio y coherencia en el diseño del producto: tú eres el experto.
8. No caigas en la auto-complacencia: Avanza.
9. Divide el problema en pequeños problemas: Las fases de un proyecto.
10. Dispón de recursos para resolver y cumplir objetivos.
Extra. Sé agradecido y haz bien tu trabajo. Es tu mejor carta de presentación.

 

Y de guinda, dejo esta última frase que le dice el Sr. Lobo a Rachel (la chica del desguace) cuando se dirigen juntos a su coche tras despedirse de Vincent y Jules:

“El hecho de que seas una personalidad no quiere decir que tengas personalidad.”

 

La escena completa aquí.

 

Me han ayudado a inspirar este post enfocado al diseñador:

«Por qué el ‘señor Lobo’ de Pulp Fiction es un buen mentor para tu startup», de Demium Startups.

«Los 6 secretos del señor Lobo para tocar el cielo de la efectividad», de Gente Invencible.

«7 lecciones sobre liderazgo que nos puede enseñar el Sr. Lobo», de Javier Mejias.

Muchas gracias a los tres.

 

 

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